
Tanta era la insistencia de la gente de que fuéramos al desierto de Sal, que nuestra curiosidad no pudo resistir la tentación de ir. Así que con esas, tomamos un bus de la Paz hacia Uyuni. Se trata de una ruta de tres dias en un todo terreno, dada la imposibilidad de realizarla por libre acudimos a una agencia en Uyuni, de la que no dudaremos en dar referencias a quien le hiciera falta, pues resulto de una complicidad y un trato extraordinario. Tanto con la agencia como con el grupo, que bajo el lema de ocho amigos y
un corazón, disfrutamos de una experiencia que difícilmente olvidaremos. Entre buena comida y mejor música fuimos disfrutando de paisajes de volcanes activos e inactivos, géiseres que como si de una olla a presión se tratase, nos mostraban las entrañas de la pacha mama, dejando entre ver su fuerza y energía. También recorrimos lagunas de fuertes colores, debido a reacciones químicas entre diferentes elementos, dando como resultado colores rojos y verdes. Algunas de ellas eran hediondas debido a la alta concentración de azufre. Todo esto rodeado de sorprendentes
desiertos de sal que no parecen tener fin y en donde salen unas fotos muy gamberras. Con la sal que extraen, aparte de venderla para el consumo humano la aprovechan para la construcción de hoteles en donde dormíamos. Curioso también es ver como la vida gana la batalla por la supervivencia, dotando a las laguna de alimento para los Flamencos y a los desiertos de… Bueno yo no me explico que es lo que comen las Vicuñas a 5000mts de altura. 












