Cuenca altitud 2530 metros

De Guayaquil sufrimos el autobús a cuenca aunque sin duda mereció la pena. Cuenca sorprende por su patrimonio en Iglesias y casas de estilo colonial, sus mercados de artesanías donde destacan los telares y manteles de vivos colores y en especial el trabajo con la paja toquilla del cual elaboran bolsos y los famosos y mal denominados sombreros de Panamá. Estos se dieron a conocer por Europeos y Americanos durante la construcción del canal de Panamá, pues los usaban los obreros ya que eran ligeros y les protegían del intenso sol. Pero estos los importaban de Ecuador, concretamente de la zona de puerto Viejo. Así que al Cesar lo que es del Cesar. la gente de la sierra es fácilmente reconocible tanto aquí como en Europa ya sea por sus ropas andinas, sus sombreros de paja toquilla o terciopelo y su largo pelo negro con trenza. Llama la atención el compromiso de estas gentes con sus costumbres en un mundo en el que todos nos dejamos arrastrar por las modas que engañosamente nos vende exclusividad y novedad. Sin en cambio cuando viajas tedas cuenta de la uniformidad de las personas, todos llevamos las mismas marcas, comemos y compramos en los mismas cadenas comerciales. En los alrededores de Cuenca visitamos las ruinas de Inga pirca a mas de 3000 metros de altitud. Se trata de un antiguo asentamiento Inca situado en el camino que unía Perú con Quito. Antes de la llegada de los Incas los habitantes de la zona usaban como moneda de cambio unas conchas que traían de la costa. también visitamos algunos mercados, como el de Gualaceo donde podías disfrutar de platos típicos como el Cuy ( parecido al conejo de indias ) y el cerdo asado. En Chordeleg vimos como trabajan la cerámica y la orfebrería especialmente en oro y plata.

Guayaquil y alrededores

De Esmeraldas viajamos a Guayaquil., donde una vez mas somos bien recibidos por la familia de Monica. Con ellos pasamos unos agradables dias y nos llevan a conocer el mercado central, el de artesanía y el de mariscos., recorremos el Malecón 2000 y el cerro de San Carlos también se animan a acompañarnos el fin de semana a la costa sur. De esta destacar Salinas sin duda influenciada por la cercanía de Guayaquil. Cuenta con todos los servicios de un pueblo vacacional con enormes hoteles y apartamentos en primera línea de playa ,cobrando las vistas que quitaron al resto del pueblo. Al otro lado a 1 Km. hacia el sur están las playas de Punta carnero y aguas bravas, pobladas únicamente por pescadores y visitadas por unos pocos surfistas esta es sin duda una buena opción junto con la playa de San Pablo para el kitesurf. En dirección norte a unos 60 Km. se encuentra el pueblo de Montañita, capital del surf en Ecuador ideal para los amantes del surf, los puestos jipis y las juergas nocturnas. De Montañita y habiendo dejado bien alimentados a los mosquitos nos regresamos a Guayaquil.

COSTA DEL PACIFICO

El transporte por carretera en Ecuador es a razón de un dólar por cada hora recorrida, por lo que no padeciendo del corazón es la mejor opción para recorrer el país. A si que decidimos ir en bus a Esmeraldas y poner a prueba nuestra resistencia a curvas, baches, adelantamientos imposibles y de mas peripecias del camino. En Esmeraldas nos esperaba la familia y amigos de Mónica, que nos ofrecen lo mucho y lo poco que tienen a partes iguales. También nos muestran con orgullo las nuevas carreteras y puentes que han hecho en la provincia y nos comentan los nuevos proyectos para el malecón de la playa de las Palmas (que por cierto siempre que voy hay viento ) y el Aeropuerto internacional de Esmeraldas. La verdad es que también nosotros nos alegramos pues hace 10 años de nuestra primera visita y cuatro de la ultima vez, sin que hubiéramos notado ningún cambio y ahora vemos que se esta invirtiendo un poco mas en mejorar el país. Pero seguimos sin entender como un país tan rico en materias primas esta en las condiciones en las que se encuentra . En Esmeraldas recorrimos la costa norte visitando en lancha los manglares mas altos del planeta, pueblos de pescadores y playas desiertas hasta que sacaba la cometa, entonces aparecían chavales hasta debajo de las conchas. En fin hemos disfrutado mucho y ahora toca partir hacia la zona sur del país.

CRUZANDO EL CHARCO

De Barcelona fuimos a Santander para dejar la furgo y preparar las maletas. Hubo viento dos días en la playa de los peligros, lo que me permitió ver a los cometeros y hacer algunas gestiones. Casi sin tiempo mas que para darnos cuenta del frío que puede hacer en Santander por estas fechas, partimos para Ecuador. 10 horas de avión y unos cuantos calimoxos nos llevaron a la ciudad de Quito, donde pasamos la noche para descansar del viaje. A la mañana siguiente dimos un corto paseo por la ciudad visitando los mercados. En el de artesanía practicamos un poco nuestras dotes para el regateo, sin duda ampliamente mejoradas desde nuestra estancia en Marruecos. Luego fuimos al mercado de alimentos y nos sorprendió la cantidad de cosas que puedes comer y tomar por dos dólares, dándonos cuenta de que esta va a ser la mejor forma para comer rico y barato en este país.

UNOS DIAS CON LOS AMIGOS Y LA FAMILA

Tras pasar unos agradables días por Almerimar y el Cabo de Gata. Recibimos la llamada de unos amigos que tenían unos días libres, su necesidad de viento para navegar les llevo al Delta del Ebro donde acordamos reunirnos. Allí disfrutamos de unas buenas navegadas y agradables paseos en bici rodeados de árboles frutales. No creo que pueda olvidar nunca el partido de boley playa por parejas. Que desastre. En fin que lo mejor de estar en un buen sitio es estar en buena compañía.Del Delta fuimos para Barcelona donde nos esperaban mi madre, Croma y los dos gatitos, Janis y Jimi. Con este ultimo tuvimos nuestros mas y menos, con saldo a su favor por arañazos en las piernas. Que dándonos claro quien manda en esa casa. Los días transcurrieron entre ricas y copiosas comidas, mención especial para la especialidad de la casa. Paella Cromañón, de la cual Mónica dio buena cuenta sirviéndose por tres veces. (esto me dijo Mónica que no lo pusiese) Total que un día comimos bien, al segundo también y al tercero y al cuarto… hasta que alarmados por los excesos de la dieta amor de madre, empezamos a mirar el vuelo para Latino América.