En anteriores visitas a Portugal los traslados de un lugar a otro los realizamos por autopistas, que careciendo de tiempo extra. Es la manera mas corta y rápida de llegar a destino. Pero no deja de ser eso, un traslado. Sin embargo en esta ocasión decidimos recorrer el país usando las carreteras nacionales. y… Derrepente,
en donde antes veíamos horas de viaje. Ahora vemos, bosques de Alcornocales y diferentes campos de cultivos, dependiendo de la zona en donde nos encontremos. Algunos vendedores a pie de carretera nos ofrecen frutas de temporada o productos de la región, en plan venta directa que tanto nos gusta. Tampoco resulta raro que tengas que
hacer paradas, no programadas porque de repente te encuentras con un castillo en cuyo interior se celebra una feria del chocolate o impresionantes iglesias a pie de carretera, cargadas de historias y tradiciones o un precioso pueblo amurallado en cuya plaza, a los pies de un campanario toca una orquesta bandas sonoras. También se puede dar,
que a através de una senda de unos diez kilómetros en bicicleta llegues a un delta. En donde en un lado podrás navegar en agua plana y en el otro con olas. Pero lo realmente sorprendente es encontrarte todas estas cosas en un mismo lugar y eso nos sucedió en Óbidos.
lunes, 4 de abril de 2011
Óbidos
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