MERZOUGA: A LAS PUERTAS DEL DESIERTO

La verdad es que nos sorprendió que la nacional llegara hasta el mismo desierto, va siguiendo el curso del rio por unos barrancos repletos de palmeras cargadas de dátales hasta que el rio desaparece en el desierto. Una vez que llegas al pie de las dunas hay algunas kasbas que se ofrecen como albergues y camping, también ofrecen pasar uno, dos, o tres días por el desierto, pudiendo ir en burro, camello o en 4x4. Nosotros dimos un paseo por dunas cercanas y empezamos a notar que, a cada paso que dábamo,s aparecían unas pequeñas arañas que luego nos seguían. Al principio, nos pareció curioso pero luego, sin decirnos nada el uno al otro, no se si por no darnos síntoma de cobardía, el no alarmarnos el uno al otro, empezamos apretar el paso hacia el pueblo. Después de este momento de aracnofobia, desistimos de nuestra idea de subir con los sacos y pasar una noche en las dunas para ver el amanecer. En fin no pudo ser, otra vez será, así nos seguirá quedando el recuerdo romántico y de aventura de los guerreros Tuareg de las novelas del desierto.