
Bueno, una vez asumida nuestra nula adaptación al desierto con sus calores, sus bichitos y asumiendo que tendremos que volver en otra ocasión, decidimos ir a escalar a la Garganta del Todra, se trata de dos desfiladeros: el Todra y el Dadès están unidos por una pista de 45 kilómetros. Se ve interesante para hacer con un 4x4, el caso es que cuando llegamos al todra de reconocida fama entre los escaladores, por lo visto, debía de haber habido una riada porque estaba la carretera, o mejor dicho no estaba la carretera, en su lugar había algunas excavadoras haciendo un
ruido tremendo amplificado por la estrechez del barranco, estuvimos buscando alguna zona tranquila donde poder escalar pero fue imposible donde no había escavadora con obreros trabajando, había autobuses llenos de turistas, en fin, una gran decepción.
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