MARRAKECH- OUARZAZATE

De camino hacia Marrakech paramos en Ouarzazate, el Hollywood del desierto, aquí se han rodado algunas películas del oeste y otros tipos. El pueblo cuenta con un museo del cine y una antigua kasbahs cuartel berebere que utilizaban para controlar los pasos del alto Atlas y el Sahara. Esta bien porque tuvimos la oportunidad de ver este tipo de edificio, que creo que es el único que se puede visitar .

Después de esta parada continuamos hacia Marrakech, ya estando allí, detrás de la Mezquita hay un parking vigilado donde se puede pasar la noche, el parking no es gran cosa pero está perfectamente ubicado en pleno centro, a tres minutos de la plaza jemaa el-Fna, eso sí, durante esos tres minutos tienes que atravesar una carretera de seis carriles, tres para cada sentido de la marcha, sin semáforo pero con un paso de cebra que no respeta nadie, por supuesto como todos los del país. Luego nos enteramos que el nombre de la plaza traducido quiere decir "plaza de los muertos", nos queda la duda de si tendrá algo que ver con el paso de cebra porque para nosotros era "sálvese quien pueda".

El caso es que superada esta prueba de Alá, como recompensa de todo lo que pasamos, la plaza al atardecer adquiere una magia aderezada por una gran variedad de artistas, músicos, encantadores de serpientes, adivinos, curanderos, saca muelas y todo lo que te puedas imaginar y más…..también hay puestos de jugos, Mónica se tomó unos cuantos, y de comidas, que la preparan con mucha alegría y delante de uno mismo. La plaza está rodeada de restaurantes con terrazas, una buena opción para sacar fotos porque desde la plaza o no te dejan o te cobran, en la parte de atrás hay un zoco que está abierto hasta bien entrada la noche. Ya solo por esta plaza merece la pena la visita a Marrakech.

Durante el dia visitamos algunos museos y las avenidas de la parte nueva.