sábado, 28 de mayo de 2011

Girona



La costa brava. De seguro el nombre no le vendrá por la bravura del mar mediterráneo, al margen de esto es una costa realmente interesante, para pasear y montar en bicicleta. Descubriendo sus pueblos de casa blancas y escondidas calas en las que darte un baño. Nuestra primera parada fue en Rosas, cuenta con una hermosa bahía y una desafortunada planificación urbanística, hecho que perdonamos cuando vimos asomar la luna llena por detrás del castillo llenando de resplandeciente luz las aguas de la bahía. Cerca de Rosas se encuentra la playa de Santa Margarita, extraordinario lugar que combina furgo, playa y kite en un mismo ambiente. De ahí pasamos por Cadaques y… si digo pasamos por que al ir con la furgo no puedes ni parar para visitar el pueblo, en fin posiblemente un hermoso pueblo pero de seguro mal asesorado. El mal sabor de boca se nos quito cuando llegamos a la joya de la Costa Brava. El cabo de Creus, faro enclavado en un parque natural en donde disfrutamos de una extraordinaria puesta de sol.

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