Tres semanas nos retuvo en Santander una infección de garganta que nos repartimos a partes alternas entre los dos. Ya recuperados, marchamos para Barcelona haciendo coincidir la estancia con la celebración del cumpleaños de mi madre. Hecho que para mí es muy especial, pues al vivir separados por 800km de distancia tenia tiempo que no la felicitaba en persona. Besos, abrazos y muchas risas, del todo muestras seguro insuficientes. Para agradecer el amor incondicional y desinteresado de las madres para con sus hijos. Si todos tuviéramos este mismo instinto de protección, para las de más personas el mundo seria mejor de lo que lo es hoy. El resto de los dias los pasamos entre copiosas comidas caseras y navegadas en la playa de castelldefells.
sábado, 28 de mayo de 2011
Felicidades Miliuca
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