Soñar despiertos Iguazu

“”PARA EL QUE MIRA SIN VER LA TIERRA ES TIERRA NO MÀS…”” Atahualpa Yupanqui.

Por eso, Iguazú no es solo contemplar las cataratas, aunque este hecho en si sea un regalo para la vistas. Nos referimos a que los escritores habrán vertido ríos de tinta contando las maravillas del lugar o que no habrán expresado en lienzos los pintores. Iguazú es todo eso y mas, es cerrar los ojos y sentir la energía producida por las vertiginosas caídas de millones de metros cúbicos de agua rugiendo y estrellándose contra las rocas. Liberando de esta manera ingentes cantidades de Iones, que te hacen erizar los vellos. Es tal la sobrecarga, que para liberarla gritábamos y de nuestros ojos brotaban lagrimas, tan solo el agua fresca de las cataratas nos sacaba de nuestro estupor haciéndonos acuerdo de que por increíble que parecía estábamos despiertos. Entonces abríamos los ojos y contemplábamos la desbordarte e imaginativa variedad de vida en fauna y flora. guao… Era como ver la película de Avatar en 3D, pero sintiendo el agua de las cascadas mojando nuestra piel o asombrándonos con las variedades de mariposas de todos los tamaños y colores que nos rodeaban y se nos posaban en cima o sobre la cámara mientras tomábamos fotos a un Caimán que no estaba a mas de 5 mts de nosotros en total libertad. También vimos lagartos, tortugas, osos hormigueros y mil y una aves. Dudo mucho que Iguazú se borre de nuestros recuerdos, pero si así fuera no dudaríamos en volver y disfrutar otra vez de esta maravillosa experiencia. Desde luego que como regalo de Navidad hemos puesto el listón muy alto. Sin embargo no podemos olvidar lo que nos contaron en Ciudad del Este. Que durante la construcción en Paraguay de la segunda presa mas grande del planeta, se anegaron unas cataratas siete veces mas grandes que las de Iguazú, lo cual viene a demostrar que tan solo nuestra ignorancia nos permite dormir con la conciencia tranquila, mientras privamos de patrimonio a las futuras generaciones.